ALMENDRALEJO (Badajoz). La mañana de este martes se ha teñido de Memoria y Justicia en el Cementerio Municipal de Almendralejo. Tras más de ocho décadas de olvido forzoso en una fosa común balear, los restos de Francisco Delgado Machío, jornalero de Hornachos (1890-1941), víctima de la represión franquista, han sido por fin reinhumados en su tierra, en un solemne acto cívico que sella una deuda histórica con la dignidad humana.

La odisea de un extremeño en el penal de Formentera.

Francisco Delgado Machío, acusado de adhesión a la rebelión, fue arrancado de la prisión de Badajoz y deportado al tristemente célebre penal de Formentera, adonde llegó en marzo de 1941. Su final, como el de muchos otros, fue una tragedia anunciada por la crueldad del sistema.

La Asociación por la Memoria Histórica y Democrática de Tierra de Barros (AMHD) ha denunciado en nota de prensa las condiciones atroces de aquella colonia presidiaria: "El desabastecimiento de alimentos destinó a estos extremeños a la desnutrición, a la enfermedad: inanición, colapso, avitaminosis y tuberculosis, y a la muerte". Francisco Delgado pereció en aquel infierno el 18 de octubre de 1941.

Este caso, según el alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, arroja luz sobre un episodio de represión que afectó a unas 800 personas de la provincia de Badajoz de un total de más de mil represaliados en Formentera.

Verdad científica, reparación familiar.

La recuperación de la identidad de Delgado Machío ha sido un triunfo de la ciencia forense y la colaboración institucional. La identificación, explicada en su día por el Govern balear, se logró tras la segunda campaña de excavación (2023) en el cementerio de Sant Francesc Xavier.

Los restos óseos recuperados fueron comparados con muestras de ADN de su hijo (ya fallecido), haciendo posible la identificación gracias a la compatibilidad de toda la información histórica, arqueológica y antropológica. El Govern balear hizo formal entrega de los restos a la familia, posibilitando la reinhumación.

Hoy, la biznieta de Francisco Delgado Machío, con voz emocionada, puso el broche a décadas de silencio y búsqueda: “Se cumple lo que durante tantos años anhelaban sus hijos: verdad, justicia y reparación”.

El alcalde: "Es tan simple como poder ponerle flores"

El acto, organizado por la AMHD y los familiares, tuvo lugar en el Memorial de las víctimas de la represión franquista del cementerio. Contó con la presencia de los alcaldes de Hornachos y Almendralejo, José María Ramírez, además de la representación del Gobierno balear. más Juan Francisco Ceballos Fabian. J. Servicio Memoria Histórica y Democrática. De la Diputación de Badajoz.

El alcalde Ramírez, en un mensaje contundente, lamentó que "hay determinadas fuerzas que intentan politizar esto", defendiendo la esencia del acto: “Es tan simple como que una persona pueda ser enterrada con su nombre y apellidos” y que sus familiares puedan acudir a “ponerle flores”.

Por su parte, Francisco Cerrado, presidente de la AMHD, resumió el sentido del homenaje: estos actos son fundamentales para “cerrar heridas y dar un merecido reconocimiento público a familiares y víctimas”. Cerrado enfatizó que, tras 90 años, los restos regresan a su tierra para ofrecerle una sepultura digna, reposando junto a su hijo.

El reencuentro de Francisco Delgado Machío con Almendralejo es más que un entierro; es un acto de regeneración democrática que devuelve la identidad y el lugar a quienes fueron despojados de ambos, sentando un precedente firme de que la memoria no puede ser cancelada.

AMHD Tierra de Barros.  Texto apoyado por IA.

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