Skip to main content

Medellín: un molino ametrallado junto al Guadiana

24 Julio 2025
24 Julio 2025

La guerra civil en Extremadura dejó innumerables cicatrices, y muchas de sus historias más íntimas y significativas yacen aún en el olvido.
Frentes olvidados, una posición avanzada, un molino ametrallado junto al Guadiana rescata uno de esos lugares cargados de memoria: un molino en la ribera del Guadiana, a su paso por Medellín, Badajoz, que fue testigo directo de la crueldad del conflicto. Inspirado por la obra Patrimonio de la Guerra Civil en la provincia de Badajoz (1), emprendí la búsqueda de este espacio. Lo que hasta hace poco apenas conocía como un rumor, casi como una leyenda transmitida de boca en boca, tomó cuerpo en aquellas páginas y, finalmente, se alzó frente a mí: el molino ametrallado, aun en pie, pese a las cicatrices que recorren sus muros.
El molino, antaño símbolo de la vida rural, de la molienda del grano y del trabajo cotidiano ligado al río, fue transformado por la guerra en un escenario de muerte y resistencia. Sus paredes, hoy horadadas por impactos de bala, revelan el uso militar que se le dio: una posición avanzada de la línea republicana frente a las fuerzas sublevadas. Situado estratégicamente junto al Guadiana, dominaba un paso crucial y servía como punto de control en un frente que, aunque menos recordado, fue escenario de intensos combates.
La imagen actual es elocuente: ventanas abiertas al vacío, el techo a medio derrumbar, la vegetación avanzando sobre lo que queda de la estructura. Pero basta acercarse para percibir la violencia del pasado: la fachada perforada, las huellas de metralla, los muros que guardan el eco de disparos y explosiones. Cada agujero es testimonio de la batalla, de soldados apostados, de vidas truncadas en aquel rincón extremeño.
Esta fotografía fue tomada desde la orilla izquierda del río Guadiana. Al fondo se distinguen los últimos relieves de la sierra de Yelbes, en la margen derecha, donde se encontraba una posición franquista fortificada con trincheras y nidos de ametralladoras. Basta imaginar la escena: de un lado a otro, el río servía de frontera natural, difícil de vadear para cualquiera de los bandos. Sin embargo, esa misma separación no impedía que, en todo momento, cada combatiente estuviera expuesto al punto de mira del enemigo.
El frente del Guadiana, aunque eclipsado en los relatos oficiales por otras batallas de mayor resonancia, tuvo gran importancia en la dinámica de la guerra en la Comarca de La Serena. Controlar el río era clave para la seguridad de las tropas y la primera línea de combate, y el molino se convirtió en pieza estratégica de ese engranaje.
Las memorias orales recogidas en la comarca hablan de noches iluminadas por ráfagas de ametralladora, de familias escondidas en casas cercanas, de miedo y silencio. Para los habitantes de Medellín y sus alrededores, aquel molino no era ya un lugar de trabajo, sino un recordatorio constante del peligro. Muchos de esos relatos permanecen aún dispersos, pero juntos tejen la memoria íntima de una comunidad marcada por el frente.
Un patrimonio herido pero vivo
El molino ametrallado del Guadiana es hoy un patrimonio herido, pero no muerto. Aunque en ruinas, su sola presencia abre una ventana al pasado y nos obliga a reflexionar sobre cómo los espacios cotidianos fueron arrastrados a la lógica implacable de la guerra. Su simbolismo es poderoso: la transformación de un lugar de vida y sustento en un campo de batalla.
La conservación de este tipo de enclaves, aunque a menudo olvidados o relegados a la indiferencia, resulta esencial para mantener viva la memoria histórica. No se trata únicamente de rescatar piedras o muros, sino de entender que cada uno de esos impactos de bala narra una historia. El molino es una lección en sí mismo: un recordatorio físico de que la guerra no fue una abstracción, sino algo que tocó directamente la vida rural, las comunidades y el paisaje.
6
— El Guadiana como telón de fondo.
El río Guadiana, eterno y sereno, fue testigo silencioso de aquellos días de violencia. Sus aguas siguieron fluyendo mientras hombres luchaban y morían en sus orillas. Hoy, contemplar el molino en la ribera es un ejercicio de memoria colectiva: el contraste entre la calma actual del río y el eco de los disparos que una vez lo acompañaron invita a pensar en cómo el tiempo cicatriza, pero no borra.
8
Al fijar la mirada en el Guadiana como telón de fondo de la confrontación, se nos invita a reflexionar sobre la memoria colectiva y su papel en la construcción de nuestras identidades. Recordar estos espacios de resistencia es vital para comprender la complejidad de nuestra historia y asegurar que el sacrificio de aquellos que defendieron sus ideales no caiga en el olvido.
— Conclusión: la vigencia del recuerdo.
Visitar el molino ametrallado de Medellín es enfrentarse a una doble experiencia: la del silencio de las ruinas y la del estruendo que todavía parece latir en sus muros. Es entender que la Guerra Civil no fue solo una sucesión de grandes batallas, sino también la ocupación de espacios cotidianos, la transformación forzada de la vida rural en trincheras.
5
Reivindicar este lugar, junto a otros frentes olvidados, es un acto de justicia con la memoria. No se trata de reabrir heridas, sino de reconocer que nuestra identidad colectiva también se construye sobre los espacios marcados por la violencia. Cada cicatriz en el muro del molino es una llamada a recordar y a no repetir.
1.º  El libro “Patrimonio de la Guerra Civil en la provincia de Badajoz”, editado por el Área de Cultura de la Diputación de Badajoz, y cuyos autores son Antonio D. López, Diego Sanabria, Francisco Portalo y José Luis Rubio.  Esta publicación, uno de los estudios más minuciosos sobre patrimonio bélico, se organiza en cuatro volúmenes organizados en el estudio propiamente dicho y el catálogo patrimonial. Una obra clave para conocer el legado patrimonial de la Guerra Civil, del Frente Extremeño, en la provincia de Badajoz.
José Pecero Merchán.
 
contacta
José Pecero Merchán.
 

Contáctame

Lo más leido

Villanueva de la Serena. Cerro La Barca. Frente Republicano.
Visto: 85032
Valle de la Serena. Frente Republicano. 1ª línea. Tamburrero.
Visto: 82825
Mérida, 11-08-1936 - (La foto)
Visto: 82601
Retamal de Llerena. Los Castillos. Posición Puerto de Argallanes.
Visto: 81687
Cementerio de los Italianos. Campillo de Llerena.
Visto: 80678
Villanueva de la Serena. Escudo republicano aún en el pilar del Puente
Visto: 79401
Fuente del Arco. Refugio polvorín antiaéreo, estación ferrocarril. Ampliación.
Visto: 79305
"Frente Extremeño" Primeras jornadas.
Visto: 77360
Zafra. Fotos para la memoria
Visto: 75298
Medellín. Frente Republicano. (Ampliación).
Visto: 74857

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades estadísticas y funcionales. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.

Puede obtener más información o conocer cómo cambiar la configuración de su navegador consultando nuestra Política de Cookies. Saber más

Acepto